Senda joven PIERCINGS
PIERCINGS
Angélica García Sch.
Cuando algo se pone de moda, las principales víctimas son los jóvenes. La moda del piercing es la moda de la rebeldía en contra de los padres principalmente, porque la mayoría de ellos se oponen a que sus hijos se inserten algo en el cuerpo. El lucir un piercing es decir "me salí con la mía"...pero ese "triunfo" les puede costar muy caro.
Un joven músico de rock acudió a la Facultad de Odontología de la Universidad del Oeste de Virginia Oeste después de tragarse la bola del cierre del anillo que llevaba en la boca. Antes de acudir a la consulta, el paciente se extrajo toda la joyería que llevaba -en la lengua, el labio y la úvula-, cosa que los especialistas descubrieron sólo después de examinarle y encontrar un agujero de unos cinco milímetros en la parte anterior de la lengua y algunos dientes rotos. La consecuencia más obvia del piercing oral es el dolor, ya que el procedimiento ocurre sin anestesia. Y, además, la joyería intraoral puede dañar los dientes (que pueden romperse al morderla accidentalmente), dificultar el habla; aumentar la salivación y herir las encías». El mayor embuste del piercing es utilizar las llamadas pistolas para las orejas, un instrumento que se utiliza para perforar, pero que no se puede esterilizar entre intervención e intervención, y que fue diseñado en su origen para marcar al ganado. Estos son los riesgos de ponerse un piercing:
1.- Contraer una enfermedad transmisible del anillador, como la hepatitis, infección por pseudomonas, virus herpes simplex, virus Epstein Barr, candidiasis y el SIDA.
2.- Ser perforado con una pistola para las orejas o un catéter o cualquier otro instrumento inadecuado.
3.- Ser perforado con anestésicos (esto conduce a una hinchazón del tejido, exceso de linfa en el área y una entrada de la aguja muy profunda y sinuosa, sin contar con la posibilidad de que aparezcan reacciones alérgicas a los productos anestésicos).
4.- Ser anillado con joyas hechas con materiales, tamaños, grosores o estilos inapropiados.
5.- Ser anillado en una zona inapropiada o peligrosa.
6.- Desarrollar una reacción química debida a los productos de limpieza recomendados por el anillador (agua oxigenada, alcohol u otros productos que no son adecuados para el cuidado after-piercing).
Joven, no necesitas perforar tu cuerpo para ser una persona diferente y especial. Tampoco te hace más hombre ni más mujer. Ni se te ve bien como los comerciantes en este ramo y la moda te lo quieren hacer creer, ni es inofensivo. También piensa en una cosa: no siempre vas a tener veinte años, tus preferencias van a cambiar, tus gustos, tus ideas, todo va a cambiar y lo que ahora te agrada, en diez o veinte años más, lo vas a rechazar. Los tatuajes y los piercings dejan marcas en el cuerpo que se quedarán ahí y te causarán incomodidad y hasta vergüenza. Pero lo más importante de todo: Dios no está de acuerdo con eso, así es que si lo haces, no solo te estás rebelando contra tus padres, sino también contra Dios.
Levítico 19:28 dice: "Y no harás rasguños en tu cuerpo por un muerto, ni imprimirán en ustedes señal alguna. Yo Jehová". Si no lo sabías, ahora ya lo sabes, piensa en todo ésto antes de decidir ponerte un piercing.
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