Friday, March 02, 2007

Pág. pastoral EL AMOR QUE CAUTIVA



La Biblia encierra muchas historias de amor. Hoy quiero compartir con ustedes una bella historia que surgió entre dos personas con enormes abismos, diferencias y contrastes: Jesús y María Magdalena
JESUS es un hombre MARIA es una mujer.
El es santo Ella es una vil pecadora, adultera.
El está lleno del E. Santo Ella está poseída por 7 demonios.
El vive para agradar a Dios Ella vive para agradar a la carne.
Jesús es el Hijo de Dios Ella es una hija del diablo.
Esa situación fue una buena razón para que los hombres que la sorprendieron en pleno acto de adulterio, le declararan la guerra y quisieran matarla a pedradas, por causa de su inmundicia… y para Jesús, esa situación fue una excelente oportunidad para mostrarles a esos hombres que el amor de Dios puede convertir a una mujer pecadora y adúltera en una verdadera hija de Dios. Y así fue como el amor de Jesús convirtió a aquella mujer en su mejor y más fiel amiga. Y es que el amor puede realizar el milagro de que en dos personas tan diferentes, pueda emerger una bella historia de amor, que conmueva al mundo entero.
EL AMOR QUE CAUTIVA…
ES CAPAZ DE CALLAR. Jn. 8:2-6
Jesús sabía que esa mujer era culpable, había violado la ley de Dios, cometiendo pecado. Era una adúltera, y merecía ser apedreada, muerta y arrancada de la tierra. Jesús pudo reprocharle su pecado y condenarla a muerte, pero mientras que todos aquellos hombres abrían la boca para acusarla y condenarla, El prefirió permanecer callado. ¿Por qué?
Porque Jesús vio más allá de donde mira el hombre…. lo más profundo de aquel corazón destrozado y dañado… tantos hombres se habían acercado a ella para hacerle daño, para abusar física, emocional y sexualmente de ella… esa mujer había sido muy lastimada por su familia y la sociedad… ella no quería ser adúltera… lo que ella necesitaba y buscaba en cada hombre que se acercaba, era un poquito de amor y comprensión…. Ella estaba enferma de amor… en su interior había un corazón desgarrado y necesitado de recibir cariño, de que alguien la amara, de sentir que alguien se interesaba por ella. El hombre solo ve lo que está frente a sus ojos, pero Dios ve el corazón. El hombre juzga por los hechos, pero Dios ve las intenciones. La falta de amor nos hace juzgar, criticar, murmurar y condenar a los que han caído, pecado o se han equivocado. Pero el verdadero amor, es capaz de callar y cubrir todas las faltas, de los que amamos. Así es el amor de Dios: "Jehová está en medio de ti poderoso, el salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos." Sofonías 3:17
EL AMOR QUE CAUTIVA…
ABRE SUS LABIOS PARA DECLARAR MISERICORDIA.
Ante las acusaciones de aquellos sicarios en contra de la mujer, Jesús permaneció callado. Permaneció callado ante el pecado de ella, pero también ante el de esos hombres adúlteros. Y es que el hombre que es adúltero piensa que todos los son. El que es inmoral, que todos son inmorales y que todas las mujeres tienen su precio. El que es corrupto piensa que todos son ladrones y ninguno es digno de confianza. Pero aquel que es honesto, justo, puro y santo, puede ver santidad y honestidad aun donde los demás no pudieran encontrarla.
Jesús, conocía el corazón perverso, degenerado y malvado de aquellos hombres y ante la insistencia de ellos, sabiamente les dice: "El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella". Nadie dijo nada, solo Jesús abrió su boca para decirle: "Ni yo te condeno". Todos los hombres que se habían acercado a ella, era para lastimarla, pero ahora Jesús le dirige la palabra, para restaurarla.
Si Jesús no fue capaz de condenar el pecado de esa mujer, ¿Quién seríamos nosotros para hacerlo? ¿No te das cuenta que al despotricar en contra de tu hermano te estás volviendo su juez? ¿No comprendes que de la misma manera en que juzgas serás juzgado por Dios? Pero los misericordiosos alcanzarán misericordia. El amor que cautiva es aquel que es capaz de callar por amor, y cuando tiene que abrir sus labios es para cubrir multitud de pecados.
EL AMOR QUE CAUTIVA ES…
ES EL QUE DA UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD Juan 8:11
Aquella mujer llegó al templo con todo el peso del pecado y de la culpa sobre ella; sabiendo que era rea de muerte. Que sus días habían terminado, y que ya no habría ningún mañana. No imaginaba que Jesús es, el Cristo de la segunda oportunidad. El amor es capaz de dar una segunda y una tercera oportunidad
¿Qué nueva oportunidad brindamos a aquellos que han caído? ¿En nuestra teología existe la doctrina de la segunda oportunidad o la ley del legalismo? ¿A las personas que caen las desechamos para siempre? Tal vez digas: ¡Es que ya le dimos otra oportunidad y no la aprovechó! Bueno, pues hay que darle una tercera. Y si dices: ¡Es que ya le dimos una tercera oportunidad y volvió a caer! Pues hay que darle otra. ¿Qué piensas tú de la cuarta, la quinta y la sexta? ¿Verdad, que cómo nos hace falta llenar nuestro corazón de la doctrina de la gracia, la misericordia y el amor de Dios? ¿Sabes por qué? "Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse" Pr. 24:16
EL AMOR QUE CAUTIVA…
ES EL QUE SE DERRAMA EN GRATITUD.
Estando a punto de ser apedreada, recibió de Jesús una nueva oportunidad para comenzar de nuevo… quedó extasiada. Jamás había escuchado a un hombre hablarle de esa manera, a alguien que arriesgara su vida para salvarla, a un hombre que lo diera todo por ella, y a cambio de nada.
Cuando volvió en sí, fue a buscar al Maestro para manifestarle su agradecimiento, y lo encontró en casa de un fariseo llamado Simón. Llevó un frasco de alabastro de perfume muy caro, se postro junto él a sus pies y con lágrimas lavó sus pies y lo enjugó con sus cabellos. Besaba sus pies y los ungía con el perfume. Simón y los que con él estaban murmuraban, juzgaban y condenaban a aquella mujer, entonces Jesús abrió su boca y le dijo que sus pecados le eran perdonados.
Esa mujer se convirtió en una fiel seguidora y servidora de Jesús, abrió las puertas de su casa para hospedarlo (Lucas 10:39-42). Jamás olvidó lo que Jesús hizo por ella, fue a sus pies que recibió la salvación de su alma. Y escogió estar a sus pies y escuchar su dulce voz. Cada vez que Jesús viajaba a Jerusalén, se hospedaba en Betania, en la casa de sus amigos. María ungió nuevamente a Jesús para la sepultura (Juan 12:1-3), como lo amaba tanto, utilizo un perfume de nardo puro, de gran valor, para ungirlo; y aquel perfume pudo impregnar de olor toda la casa. Ella fue la única mujer fiel hasta la misma muerte, estuvo al lado de Jesús en todo tiempo, cuando fue tomado prisionero, sentenciado, crucificado, y sepultado; y ella, fue la primera que fue a buscarlo, el primer día de la semana (Jn. 20:1).
EL AMOR QUE CAUTIVA ES …
AQUEL ANHELA ESTAR CERCA DE LA PERSONA AMADA
María abrió las puertas de su casa para que se hospedera Jesús; cada vez que El visitaba Jerusalén, se quedaba en Betania. Y esa ciudad llegó a ser una de las más famosas y escenario de grandes acontecimientos, gracias al amor, fidelidad y hospitalidad de Maria Magdalena.
¿Por qué Jesús escogió Betania, y no algún otro pueblo más importante como Jerusalén, ó su natal Belén? Porque sus amigos a quien amaba y que le amaban tanto, hicieron de esa aldea, su lugar favorito. Y es que así es el amor que cautiva; los mejores momentos de nuestra vida, así como los más difíciles, nos gustaría pasarlos cerca de las personas que amamos y con las que nos sentimos amados.
Fue el amor lo que cautivó y trasformó el corazón de aquella mujer pecadora que estuvo a punto de morir, y la convirtió en la más fiel de sus seguidores. Y fue el amor de esa mujer, expresado en gratitud, servicio y fidelidad, lo que cautivó el corazón de Jesús; de manera que su aldea fue elegida para ser escenario de sus milagros y maravillas.
Amado amigo, es el amor de Jesús el que desea cautivar tu corazón. Y es tu corazón, el que pudiera cautivar el corazón de Jesús, si tan solo lo abres para que El lo llene con Su amor.

Pbro. Miguel De León Flores

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