NUESTRO PENTECOSTES
Romanos 8: 1-28
El día 27 de Mayo celebraremos el día del Pentecostés (gr.= quincuagésima). Es la segunda de las tres grandes fiestas anuales del pueblo hebreo. La primera es la de la Pascua y la tercera es la de los tabernáculos o de las cosechas. La fiesta del Pentecostés, tal como su mismo nombre lo indica, se celebraba desde la antigüedad, contando siete semanas a partir del siguiente día de la fiesta de los panes sin levadura, es decir, a los cincuenta días posteriores a la Pascua. De manera que el Pentecostés, en la antigüedad, era la fiesta de acción de gracias por los primeros frutos que producía la tierra, es decir: el trigo y la cebada. Y fue precisamente, al celebrarse esa fiesta, que Dios determinó derramar sobre su iglesia el Espíritu Santo, con el doble propósito de que ese día se cosecharan los primeros frutos de la salvación que Jesucristo pagó en la cruz a favor de la humanidad; y para que los hijos de Dios recibiéramos el poder de lo alto, para dar frutos agradables para nuestro Dios. Y ahora, el pueblo cristiano continuamos celebrando la fiesta del Pentecostés, porque hemos comprendido que la única manera de poder vivir y disfrutar una vida de poder y autoridad sobre nuestra misma carne, el pecado y el mismo Satanás, es a través del Espíritu Santo.
Si leemos Romanos 7:7-25 encontraremos la triste realidad de aquellos cristianos que no han tenido la experiencia del Pentecostés en sus vidas. Allí Pablo nos presenta, "en primera persona", la vida de aquellos que conociendo a Dios, sufren de una continua lucha interior, estando en batalla las pasiones pecaminosas de su carne y el deseo del Espíritu; y concluye con la triste realidad de los que queriendo hacer el bien, terminan haciendo lo que no quieren, convirtiéndose en esclavos del mal. Pero gracias a Dios, porque al iniciar el capítulo 8, Pablo nos habla de las buenas noticias de la experiencia del Pentecostés, donde es el Espíritu Santo, el que ayuda a los hijos de Dios en sus debilidades, y les lleva al otro lado de sus flaquezas, para convertirlos en cristianos victoriosos.
Amado hermano: ¿Cómo está tu vida espiritual? ¿Cómo puedes diagnosticar tu condición? Dice la escritura en Romanos 8, que los que están en Cristo:
Andan conforme al Espíritu 8:1
Piensan en las cosas del Espíritu. 8:5
Se ocupan de las cosas del Espíritu. 8:6
Viven según el Espíritu. 8:9
Son templos del Espíritu. 8:9
Pues dice: "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él".
Debemos reconocer todos los cristianos, que nos es indispensable la experiencia en el Espíritu Santo, pues ésta, además de ser la evidencia de que somos salvos y propiedad de Dios, es la que nos ayudará a vivir una vida de poder y victoria. En Romanos 8, encontramos cinco bendiciones de ser llenos del Espíritu Santo:
1.- PRIMERA BENDICIÓN: UNA VIDA SIN CONDENACION
"Ahora, pues, ninguna condenación…" Romanos 8:1-2
El Espíritu Santo me hace LIBRE del pecado, del diablo, de la muerte, y de la condenación. Pues no hay ninguna condenación para los que estamos en Cristo, para los que no andamos en la carne, sino que andamos en el Espíritu. Pues es la ley del Espíritu de vida, la que nos libra de la ley del pecado y de la muerte. Es por ello que tú y yo necesitamos el bautismo con el Espíritu Santo, si deseamos disfrutar de una vida nueva, libre y victoriosa.
2.- SEGUNDA BENDICION: UNA VIDA SALUDABLE
"Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros." Rom. 8:11
Si el Espíritu Santo mora en nosotros, nuestros cuerpos, que son Sus templos, en él serán igualmente vivificados; pues el deseo de Dios, es que disfrutemos de una vida saludable, y la receta nos la da en los siguientes pasajes: "Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos… ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador". Ex.15:26
"Mas a Jehová vuestro Dios serviréis y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti" Ex. 23:25
Necesitamos la llenura del Espíritu Santo, para que la Palabra de Dios cobre vida en nuestro ser, y nuestro Dios perdoné nuestras iniquidades y sane todas nuestras dolencias.
3.- TERCERA BENDICION: UNA VIDA DE VICTORIA Y PODER
"Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis… Rom. 8:13
Es el Espíritu Santo quien me da la victoria sobre toda atadura y maldición. Es él quien nos da el poder para vencer las tentaciones, luchas internas, debilidades, pasiones desordenadas, vicios y ataduras, que todos los seres humanos venimos cargando, hasta el día que conocemos a Cristo y nos hace verdaderamente libres.
Podemos disfrutar de una vida victoriosa porque el Espíritu Santo nos guía, porque no hemos recibido un espíritu de temor ni de cobardía; sino de poder, amor y dominio propio. Recibimos el espíritu de adopción por medio del cual clamamos ¡Abba, Padre!
Podemos disfrutar una vida victoriosa porque el Espíritu Santo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
4.- CUARTA BENDICION: TENEMOS AYUDA EN NUESTRAS DEBILIDADES.
Jesús dijo: Conviene que yo me vaya, para que venga el Espíritu Santo; "Yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre" Juan 14:16. La palabra griega: PARACLETO, traducida como: CONSOLADOR; es una palabra compuesta: PARA = "al lado" y KALEO = llamar. Es decir: "Os enviaré a uno que venga a tu lado y te ayude en tus debilidades". Ahora, la palabra traducida como: "Ayuda", es una traducción de tres palabras: SUN = "Junto con", ANTI = "En sentido opuesto" y LAMBANO = "echar mano"
Así que la palabra completa: SUNANTILAMBANOTAI significa: "echar mano, junto con nosotros, para llevarnos al otro lado".
¡Wow! ¿No es maravilloso? Jesús nos envió al PARACLETO, para que nos ayude a cruzar "la calle", "el río", "el obstáculo" "la barrera", "la limitación" y nos haga llegar al otro lado. El siempre estará a nuestro lado, listo y dispuesto para echarnos la mano y llevarnos al otro lado de nuestras debilidades, temores, limitaciones, enfermedades, fracasos y frustraciones.
¡Qué bendición! Saber que en todo momento, tenemos al enviado de Dios a nuestro lado para ayudarnos en nuestras debilidades e interceder por nosotros. Y que además de El, en el cielo, a la diestra del Padre, también está Jesucristo, el Hijo de Dios, intercediendo continuamente, delante de El a nuestro favor.
5.- QUINTA BENDICION: ENCAMINARA TODAS LAS COSAS PARA NUESTRO BIEN.
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien…" Rom. 8:28
Amado amigo: la única forma de vivir libre de la condenación del pecado y de la muerte es entregándole nuestra vida a Jesucristo. Pues "Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu" Rom. 8:1.
Y la única manera de vivir una vida saludable, de victoria y poder en nuestras debilidades, es con la llenura, dirección y ayuda del Espíritu Santo.
Cuando tu recibes a Cristo, el Espíritu Santo viene a tu corazón y a tu vida; y Cristo promete que siempre estará a nuestro lado, listo y dispuesto para echarnos la mano y llevarnos al otro lado de nuestras debilidades, temores, limitaciones, enfermedades, fracasos y frustraciones.
¿NECESITAS QUE TE AYUDE A LLEGAR AL OTRO LADO?
Solo pídeselo en oración, y El lo hará.
Pbro. Miguel De León
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