Monday, July 09, 2007

HABACUC LOS INESCRUTABLES CAMINOS DE DIOS



INTRODUCCION
Habacuc significa: El que abraza, o abrazador. Y fue escrito en un tiempo anterior al año 605 AC. en el cual Nabucodonosor sitió y conquistó, por primera ocasión a Jerusalén.
PRIMER CAPÍTULO
La oración del profeta, más que un diálogo, parece una discusión entre Dios y Habacuc. Tal parece que el profeta se quejaba ante Dios por no escucharlo y no contestar a su oración, por tener que ver violencia e injusticia. ¿Te has quejado porque parece que Dios no escucha; y si no escucha, menos responde? ¿Has sido victima de la injusticia o de alguna autoridad corrupta? Ese sentimiento de indignación es el que aquejaba el corazón del profeta.
A menudo son las circunstancias adversas que vivimos, las que nos hacen sentir que Dios nos ha abandonado. Y culpamos a Dios de las cosas que solamente nosotros somos responsables, por haberle dado la espalda. ¿Qué hacer con esos sentimientos? Jamás permitas que la violencia, la destrucción o las injusticias amarguen tu vida. El mejor remedio, es aprender a llevarlo todo a Dios en oración.
La oración es un medio de gracia y un instrumento divino que nos ayuda a desahogar toda frustración, amargura, ansiedad, depresión, ira, coraje, y todo sentimiento malsano que a menudo nos amarga y enferma.
Pero ¿qué pasa cuando Dios responde? ¿Te alegras con su respuesta? Clamamos pidiendo a Dios ver Su gloria y Su rostro y a veces Dios se manifiesta haciendo temblar los montes, con relámpagos y huracanes, etc. ¡Hubiese sido preferible que Dios no respondiera! Otras veces, Dios calla de amor, y se está quieto, esperando que nosotros entendamos Su propósito. Y nosotros creemos que no nos escucha, o que se tarda en responder; y eso en vez de alegrarnos, nos mortifica.
Cuando Dios le respondió a Habacuc y le platicó sus planes para hacer justicia a Su pueblo, lo cual incluía traer sobre ellos a los caldeos; el profeta protestó y se inconformó con Dios. ¿Por qué protestamos? A menudo es porque no entendemos los planes de Dios; pero Él te dice: "No temas, cree solamente"; "Porque yo se los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz y no de mal, para darles el fin que esperáis" Jer 29:11 Tenemos que aprender a confiar y a descansar en Dios; existen muchas cosas que no entendemos y de las cuales a menudo protestamos, pero necesitamos reconocer y aceptar que es nuestro Dios quien sabe lo que hace.
SEGUNDO CAPÍTULO
¿Qué hacer cuando lo que Dios hace no tiene sentido? El mejor lugar de refugio, y la única torre fuerte y segura delante del enemigo, es la misma presencia de Dios. La Biblia dice: "Torre fuerte es el nombre de Jehová; a él correrá el justo, y levantado será". (2:1)
A.- SUBIR A LA ROCA. "Sobre mi guarda estaré y sobre la fortaleza afirmaré el pie"
Cuando las cosas parecen no ir muy bien, necesitamos subir a las alturas, a la misma presencia de Dios, y permanecer allí hasta que Dios nos aclare el panorama. Él ha prometido: "Clama a mi y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces" Jer.33:3
B.- ABRIR EL OIDO PARA ESCUCHAR.
"Velaré para ver lo que se me dirá, y que he de responder tocante a mi queja" Es indispensable tener el oído abierto y el corazón sensible para escuchar Su voz hablándonos a través de cada circunstancia que El permite. No es lo fuerte que Dios hable, sino lo sensibles que nosotros seamos para escuchar. Dios, diariamente, muchas veces y de muchas maneras intenta comunicarse con nosotros, pero estamos tan ocupados como para escuchar Sus palabras de vida eterna. Si al menos le prestáramos atención, Dios en un momento, derrotaría a nuestros enemigos, de una sola vez y para siempre. Pero la causa por la cual algunos problemas se nos han vuelto crónicos, es porque nos ha faltado estar atentos a Su dulce voz.
C.- ESCRIBE LA VISION.
Necesitamos aprender a escuchar a Dios. El quiere hablarnos, y cuando nos revele Su plan, tenemos que escribir la visión y declararla, esperarla y creerla, porque lo que Dios promete, ciertamente llegará, y no tardará.
D.- CREELE A DIOS.
La fe es el factor más importante e indispensable para que las promesas de Dios sean cumplidas en nuestra vida. "He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; más el justo por su fe vivirá" ¿Cuáles justos, si no hay justo ni aun uno? Dios nos dice que el hombre vil y pecador es justificado por la fe. Tú y yo no calificamos para ser bendecidos y prosperados por Dios, porque hemos cometido muchos pecados; sin embargo, solo hay una manera en que podamos calificar y es a través de la fe. ¡Si tan solo le creyéramos a Dios!. Dios dice que todo es posible si tan solo podemos creer.
Dios le dijo a Habacuc que la única manera en que podrían vivir y salvarse de la destrucción y la desgracia que vendría sobre ellos, era a través de la fe. Si le crees a Dios, vivirás. Si no le crees a Dios, perecerás. La fe es un asunto de vida o muerte, de salvación o de condenación.
Dios le dijo a Habacuc que traería sobre Jerusalén a una ciudad cruel y presurosa; a los caldeos, idólatras y sanguinarios; una ciudad más injusta que los mismos judíos, pero Dios se encargaría de quebrantar a Babilonia y a los demás imperios de la tierra, en los cuales sería dispersado el pueblo de Dios; pues Su plan era que toda la tierra fuera llena del conocimiento de Jehová, así como las aguas cubren la mar. El capítulo termina con una aseveración divina: "Más Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra" (2:20); es decir: Jehová es Dios, El está en control de la situación, El sabe lo que hace; y ante sus designios y perfecta voluntad, no podemos hacer otra cosa más que callar, escucharlo hablar y deleitarnos en Su voluntad, la cual siempre será perfecta.
CAPITULO TRES
Después de que el profeta le expresó a Dios sus inquietudes, y lo más importante, escuchó los planes de Dios, está más tranquilo, y clama por un avivamiento "Oh Jehová, he oído tu palabra y temí…. Aviva tu obra, en medio de los tiempos…" 3:2 En esta oración hay tres principios fundamentales:
A.- Aviva tu obra. La obra no es del hombre sino de Dios. La iglesia, el ministerio, las almas y la salvación son propiedad de Dios, y debemos aprender a descansar en el cuidado y protección de Dios.
B.- Aviva tu obra en medio de los tiempos… Los tiempos en los cuales vivía el profeta, no eran ni mejores ni peores que los tiempos en los cuales vivimos nosotros: tiempos de violencia, corrupción e injusticias.
C.- En medio de los tiempos, que hazla conocer. No pidió que el problema se fuera, sino que Dios avivara Su obra, avivara a su pueblo, y avivara sus corazones, para que toda la tierra fuera llena del conocimiento de Jehová. Todos los avivamientos de la historia, han surgido en los peores momentos y lugares con mayor decadencia moral y espiritual; y ha sido la respuesta de Dios a la oración de los que cansados de tanto pecado, se han puesto en la brecha para clamar por ese avivamiento.
¿Qué estas haciendo al respecto? ¿Eres de los que solamente se quejan? ¿O de los que se ponen en la brecha para clamar delante de Dios por un avivamiento?
CONSECUENCIAS DEL AVIVAMIENTO DE DIOS
A.- Paz en medio de la tormenta. "Si bien estaré quieto en el día de la angustia…. 3:16 El primer fruto de ese avivamiento es la paz de Dios, en medio de las tormentas y adversidades. Cuando Dios avive tu corazón, podrás dormir confiando, sabiendo que "Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra, más a ti no llegara". Sal. 91:7
B.- Actitud positiva."Aunque la higuera no florezca… 3:17 Cuando no podemos cambiar las cosas, las personas o las circunstancias, sí podemos pedirle a Dios que cambie nuestra actitud; el Espíritu Santo nos ayuda a ver las cosas de una manera diferente, y a no reaccionar instintivamente, sino a responder de una manera sabia, con la plena certidumbre de que Dios se está haciendo cargo de la situación.
C.- El gozo de Dios "Con todo yo me alegraré en Jehová…" 3:18 El profeta inició esa conversación con Dios, deprimido, angustiado y quejumbroso; pero después de estar con El y escucharlo, su corazón se alegró, con grande gozo. La alegría es la reacción normal de nuestros sentidos a las cosas buenas que nos han acontecido; pero el gozo es el fruto del Espíritu Santo que ha venido a avivar el corazón de su pueblo, el cual nos ayuda a contentarnos cualquiera que sea nuestra situación.
D.- Vigor y fortaleza "Jehová el Señor es mi fortaleza…" Un avivamiento, como su nombre lo indica, aviva, vivifica, da vida, sana, y fortalece. Moisés cuando escribió el salmo 90, dijo que la vida del hombre son 70 años, y si en los más robustos son 80, con todo, son molestia y trabajo". Pues veía su vida como un rotundo fracaso, por adelantarse a los planes de Dios; ya llevaba 40 años, desterrado de Egipto, viviendo en el desierto. Pero el día que el viento de Dios sopló y avivó su corazón, su vida completa fue vivificada, se llenó de vigor, sus ojos volvieron a iluminarse, y pudo disfrutar de otros 40 años de vida abundante, cumplió con el llamado y ministerio que Dios le tenía. Murió de 120 años, y sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.
E.- Andar en las alturas. El profeta explica los síntomas de su avivamiento: "Hace mis pies como de ciervas, y en mis alturas me hace andar" Esto habla de libertad, de la sensación de sentirse livianito y poder volar, las cadenas están rotas y los hombros libres de las pesadas cargas, sientes que flotas. El rey David decía: sacia de bien tu boca, y hace que me rejuvenezca como las águilas. Y el profeta Isaías decía: Da fuerzas al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas…. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen, pero los que esperan a Jehová tendrían nuevas fuerzas, levantaran alas como las águilas…
¿Necesitas un avivamiento que te haga disfrutar de paz en medio de tu tormenta?
¿Cambiar esa actitud negativa y pesimista?
¿Deseas que llene tu corazón con Su gozo, que te dé las fuerzas del búfalo y te eleve a las alturas como las águilas?

Pbro. Miguel De León Flores

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