Incógnitas bíblicas LA BIBLIA Y LOS EXTRATERRESTRES

La Biblia, que es la Palabra de Dios, el testimonio de Dios, afirma que toda clase de vida proviene del Creador. Si hubieran otros planetas semejantes a la tierra, la vida que existiría allí, tendría que ser obra del mismo Creador. Sin un creador, no puede haber vida. Y si algún día los seres de ese planeta visitaran la tierra, El nos lo hubiera dicho en Su Palabra.
Dios nos ha revelado el futuro de la tierra en la Biblia. Nos ha dicho que Su Hijo Jesucristo vendrá por segunda vez y el orden de los acontecimientos que precederán al fin del mundo y cómo sucederá éste. En ninguna parte menciona que se presentarán seres de otros mundos, sino que seres celestiales, como los ángeles. Existen muchas condiciones para que haya vida en un planeta. Este debe encontrarse a una distancia apropiada del sol, para que no sea ni muy caliente ni muy frío y debe estar en un rango de temperatura muy cerrado para que pueda existir agua en su estado líquido. Pero el agua no es suficiente para que haya vida.
Suponiendo que sí hubiera vida en algún otro planeta, la visita a la tierra sería imposible, debido a las enormes distancias. La estrella más cercana a la tierra se encuentra a 40.7 miles de millones de kilómetros de distancia de la tierra. Una nave, a la misma velocidad que llevaba el Apolo para llegar a la luna, le tomaría 870.000.000 de años llegar a la estrella más cercana. A la velocidad increíble de una décima de la velocidad de la luz, el viaje todavía tomaría 43 años. Sin embargo, se necesitarían grandes cantidades de energía para tal aceleración, apenas equivalente al consumo de energía de toda la población mundial en un mes. Además, en cada kilómetro cúbico de espacio, se calculan 100,000 partículas de polvo (formadas por silicatos e hielo) que pesan sólo la décima parte de un gramo. A tal velocidad, chocar con uno de estos pequeños objetos destruiría una nave espacial.
Según investigaciones, la mayoría de la gente que cree en OVNIS y seres extraterrestres que visitan secretamente la tierra, son personas que no pertenecen a ninguna iglesia, pero que dicen ser religiosas. Para ellas la "ovnilogía" ha llegado a ser el sustituto de una religión. La Biblia nos ilustra este tipo de situaciones en 2 Tesalonicenses 2:7-12, diciendo: "Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia". El príncipe de la potestad del aire es astuto y su principal finalidad en el mundo es la perdición de las almas. El se valerá de todo tipo de triquiñuelas para desviar a los seres humanos de Dios. El sabe que la curiosidad y la atracción hacia el misterio, es una debilidad muy humana, así que le saca provecho. Quienes no conocen a Cristo, se dejan llevar fácilmente por historias fascinantes y misteriosas y fenómenos sobrenaturales.
La Biblia describe claramente el propósito de las estrellas en el libro de Génesis: "Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años" (Génesis 1:14). Esto nos demuestra que El hizo las estrellas para nosotros, los habitantes de la tierra y no para ser el hogar de otros seres. Nada ha podido demostrar la existencia de seres de otros mundos. Pero sí existen muchas evidencias de la veracidad de la Palabra de Dios y en base a ella, podemos ver que el propósito de la Creación de Dios estaba enfocado únicamente a la tierra.

Angélica García