Pag. de los niños LA MARIPOSITA TRAVIESA
LA MARIPOSITA TRAVIESA
Leí un cuento en un periódico llamado COMINO, del año de 1950, que más o menos dice así: Una mariposa tenía 3 maripositas, 2 eran muy obedientes, además de hermosas, pero la tercera, prometía ser la más bella, pero su hermosura era opacada por sus travesuras. Nadie la soportaba ni en la casa, ni el vecindario.
Su mamá no sabía que hacer con ella, temía que sus travesuras, provocarán algo malo o la llevaran por mal camino.
Iba mal en la escuela; alborotaba a sus compañeros, revoloteando en el salón de clases, así que los maestros preferían que no asistiera.
Por las tardes, la mariposita, molestaba a sus vecinos, hurgando en sus nidos. A la abeja le estropeaba su trabajo, metiendo su cuchara. A las hormiguitas les arrebataba los granos que llevaban y tenían que volver a buscar.
Eran un sin fin de quejas que le llegaban a su mamá, quien por más que le llamaba la atención, no conseguía hacerla cambiar de actitud.
Un día la mariposilla traviesa, volando se alejó sin darse cuenta de su casa. Vio un nido y pensando que era una avecilla, quiso hacerle una maldad, cuando de repente sintió una lengüeta que le cogía sus hermosas alas y vio una horrenda culebra; se asuntó tanto, pero emprendió el vuelo y logró zafarse. Cuando regresó a su casa, se portó muy bien por unos días, pero pasado el tiempo, volvió a las mismas.
En el fin de curso, hicieron un concurso de belleza. Ella era la más bella, pero no ganó, porque nadie voto por ella. Primero se enojó muchísimo, pero después se puso muy triste y se preguntaba por qué no la querían. Pero ¿saben que hizo? siguió siendo la misma.
Hasta que una mañana jugueteando en el campo, cayó en la trampa de un niño. Fue llevada a una caja y pasó días y días llorando. Se acordaba de su mamá y de todos sus conocidos, y de lo mal que se portaba. Se lamentó de lo que había dicho y hecho, y le pidió perdón a Dios y le prometió que si podía escapar, no haría más travesuras.
Al siguiente día, el niño sacó la cajita para enseñarles a sus amigos la mariposita, pero cuando la abrió, ella aprovechó la ocasión, salió tan rápido, que ni sus colores pudieron ver. Llegó a su casa arrepentida y prometió ser obediente y responsable, y lo cumplió.
MORALEJA:
Si nos portamos mal, mal nos irá, porque dice la Palabra de Dios: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gálatas 6:7. Pero, si cambias de actitud y pides perdón, sobre todo a Dios, El te librará del castigo, como dice Jeremías 26:3 “Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras”.
ACTIVIDAD:
Busca las maripositas que se encuentran escondidas en este dibujo y atrápalas en un círculo.
Leí un cuento en un periódico llamado COMINO, del año de 1950, que más o menos dice así: Una mariposa tenía 3 maripositas, 2 eran muy obedientes, además de hermosas, pero la tercera, prometía ser la más bella, pero su hermosura era opacada por sus travesuras. Nadie la soportaba ni en la casa, ni el vecindario.
Su mamá no sabía que hacer con ella, temía que sus travesuras, provocarán algo malo o la llevaran por mal camino.
Iba mal en la escuela; alborotaba a sus compañeros, revoloteando en el salón de clases, así que los maestros preferían que no asistiera.
Por las tardes, la mariposita, molestaba a sus vecinos, hurgando en sus nidos. A la abeja le estropeaba su trabajo, metiendo su cuchara. A las hormiguitas les arrebataba los granos que llevaban y tenían que volver a buscar.
Eran un sin fin de quejas que le llegaban a su mamá, quien por más que le llamaba la atención, no conseguía hacerla cambiar de actitud.
Un día la mariposilla traviesa, volando se alejó sin darse cuenta de su casa. Vio un nido y pensando que era una avecilla, quiso hacerle una maldad, cuando de repente sintió una lengüeta que le cogía sus hermosas alas y vio una horrenda culebra; se asuntó tanto, pero emprendió el vuelo y logró zafarse. Cuando regresó a su casa, se portó muy bien por unos días, pero pasado el tiempo, volvió a las mismas.
En el fin de curso, hicieron un concurso de belleza. Ella era la más bella, pero no ganó, porque nadie voto por ella. Primero se enojó muchísimo, pero después se puso muy triste y se preguntaba por qué no la querían. Pero ¿saben que hizo? siguió siendo la misma.
Hasta que una mañana jugueteando en el campo, cayó en la trampa de un niño. Fue llevada a una caja y pasó días y días llorando. Se acordaba de su mamá y de todos sus conocidos, y de lo mal que se portaba. Se lamentó de lo que había dicho y hecho, y le pidió perdón a Dios y le prometió que si podía escapar, no haría más travesuras.
Al siguiente día, el niño sacó la cajita para enseñarles a sus amigos la mariposita, pero cuando la abrió, ella aprovechó la ocasión, salió tan rápido, que ni sus colores pudieron ver. Llegó a su casa arrepentida y prometió ser obediente y responsable, y lo cumplió.
MORALEJA:
Si nos portamos mal, mal nos irá, porque dice la Palabra de Dios: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”. Gálatas 6:7. Pero, si cambias de actitud y pides perdón, sobre todo a Dios, El te librará del castigo, como dice Jeremías 26:3 “Quizá oigan, y se vuelvan cada uno de su mal camino, y me arrepentiré yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras”.
ACTIVIDAD:
Busca las maripositas que se encuentran escondidas en este dibujo y atrápalas en un círculo.
Marisa Valle.
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