Friday, March 02, 2007

HAY ESPERANZA


"Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,
cuya esperanza está en Jehová su Dios".
Cuando las cosas no van bien, creer que no hay algo mejor, es vivir sin esperanza, y eso es fatal. Job, un hombre de Dios, sufrió en carne propia todos los males. Sus amigos y esposa, en lugar de ayudarle con sus palabras, parecía que querían hacer leña del árbol caído. Pero les dijo: Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Job 14: 7. Y así es mi hermano, no importa lo mal que se vean las cosas, no debemos perder la esperanza en Dios. Job, sintió que había perdido todo, su gloria y sus bienes; que todo estaba contra El, parecía que Dios, lo consideraba entre sus enemigos. Los malos venían en su contra y sus parientes lo abandonaron. Menosprecio, burla, murmuración y aborrecimiento cosechó de la gente. Su cuerpo estaba llagado y la piel se le había pegado a los huesos. Pero dijo: "Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios; al cual veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro, aunque mi corazón desfallece dentro de mí." (19:25-27) En otras palabras, no importa lo que me pase y lo que sienta, yo esperare en Dios. Job, esperó en El que todo lo puede y le respondió.
Cuando nos sentimos fracasados, derrotados, desilusionados o desalentados, es simplemente porque pensamos que todo está perdido, que no hay solución para nuestra situación. Una frases muy escuchada, es que todo es posible para Dios, y esa es la verdad, pero necesitas creerla. Cuando crees en Dios, hay esperanza. La gente dice que hay esperanza, mientras no te mueras, pero para los cristianos aun la misma muerte, nos ofrece una gloriosa esperanza: la esperanza de la resurrección y la vida eterna en Cristo Jesús (Juan 6:40, 47, 2 Co. 2: 14).
El salmo 146, es una invitación a confiar en Dios, a considerarlo nuestro ayudador y nuestra esperanza. El salmista, inicia adorando a Dios, haciéndole una promesa de alabarle mientras él viva. Y luego dice una frase, que creo, que es la razón, por la cual nos quedamos sin esperanza: "No pongan su confianza en gente poderosa, en simples mortales, que no pueden salvar" (v.p.). El hombre, en general, no puede resolver todos los problemas, no tiene ni la fuerza, ni la sabiduría, ni muchos otros atributos, que solo Dios tiene, porque es el único Omnipotente, El hizo al mundo y tiene el control sobre todo. No importa, cual sea el problema o necesidad, hay solución, solo necesitas a Dios. Parafraseando el salmo, te dice: Si alguien te ha ofendido u oprimido, Dios es el que hace justicia a los agraviados. Si estás pobre, endeudado, pasando por una necesidad económica, que no tienes ni para comer, recuerda que El es el que da pan a los hambrientos, es tu proveedor. Si te sientes prisionero, de algo o de alguien, en un sentido físico o espiritual, Jehová es el que liberta a los cautivos. ¿Estás cansado de vivir enfermo, padeciendo algo incurable? No te preocupes, es el gran médico y tu creador, ¿no podrá componer algo que El mismo hizo?, El da vista a los ciegos. Si te sientes perdido, porque pecaste, El te quiere levantar. Amado hermano, si estás pasando, por pruebas y necesidades, acuérdate que Jehová te ama. El te cuidara y sostendrá.
Pero, si estás obrando impíamente, el trastornará tu camino, para que no te pierdas, pues El quiere que reconozcas que lo necesitas, El quiere darte la esperanza que necesitas para vivir.
Si sientes como el Salmista (39: 10-11) que la plaga de Dios está sobre ti, y estás siendo consumido bajo los golpes de Su mano. Que está corrigiéndote por tu pecado, y se deshace todo lo que estimas, recuerda que todo es vanidad, que necesitas a Dios, que hay esperanza para ti.
Nuestra alma, solo encontrará reposo en Dios, cuando El sea nuestra esperanza, entonces sentiremos que estamos sobre la roca y no resbalaremos. Invita a tu corazón a esperar en Dios en todo tiempo (Salmo 62: 5-8), y con tremendas cosas te responderá, porque El es la Esperanza de todos los términos de la tierra, y de los más remotos confines del mar. (Salmo 65:5)
En 2 Cor. 4: 16-18, el Señor nos dice que no desmayemos; pues aunque nuestro hombre exterior se vaya desgastando, el interior se renueva día a día. Porque la tribulación que estás pasando, es momentánea, y debe producir en ti un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no miremos las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Algunos, como dice Hebreos 13:13, moriremos sin haber recibido lo prometido aquí, pero por medio de la esperanza, nos gozaremos creyéndolo, lo miraremos de lejos, lo saludaremos y confesaremos, pues Dios no lo dará en cielo, para gozarlo por toda la eternidad.
Entre sus muchas promesas impresas en la Biblia, contamos con la de Apocalipsis 21:4, que llena muchas de nuestras expectativas y dice que: "Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron".
Y aunque muchos pensarán que ese no es un consuelo, yo creo que si. Más vale vivir 100 años sufriendo aquí y pasar una eternidad feliz, al lado de nuestro Dios. Esa es mi esperanza, y te invito a que ese también sea tu gozo. ¡Vive feliz! sabiendo que Dios te lo dará aquí o allá lo que necesitas, pero lo recibirás, porque fiel es El que prometió.

Marisa Valle.



0 Comments:

Post a Comment

<< Home