Tuesday, July 25, 2006

EL MILAGRO DE DIOS


EL MILAGRO DE DIOS

Martha de Mercado

El dolor físico es solo la última capa de lo que llamamos sufrimiento. Los terremotos, los tornados, la muerte, las enfermedades y todos los desastres, despiertan preguntas. ¿Por qué a mi?, nos preguntamos casi instintivamente, cuando nos enfrentamos a una tragedia. Muy pocos podemos evitar estos pensamientos cuando nos golpea el dolor. Inmediatamente empezamos a buscar en nuestra conciencia algún pecado por el cual nos pueda estar castigando Dios. ¿Qué es lo que Dios quiere decirme a través de mi sufrimiento? y si no encontramos algo definido, empezamos a cuestionar la justicia de Dios, ¿por qué estos sufrimientos?. Quiero contarles una historia:
Hace unos años, en el mes de Octubre, nació una preciosa niña, más pequeña que los bebés normales. Cuando el pediatra la examinó se dio cuenta de que tenía una complicación grave y había que operarla de inmediato. Se le practicaron tres operaciones para salvar su vida. Daba tristeza verla llena de mangueras y aparatos, alimentándola a través de una sonda y ver su cuerpecito lleno de cicatrices debido a la s altas dosis de narcóticos que le administraban. A pesar de todo lo que hacían, las esperanzas no eran muchas, los médicos decían que la ciencia ya había hecho lo que podía. Solamente se esperaba un milagro de Dios, ya que habían dicho que viviría solo un mes. Tenía solo unos días y ya sabía lo que era el sufrimiento. Conforme pasaban los días, a pesar de los pronósticos médicos, la niña demostraba mucha fortaleza, se recuperaba y luchaba victoriosamente; los doctores estaban sorprendidos. Con su mirada tierna, abría sus manitas como un abanico, como dando a entender que Dios conocía su dolor.
Pasaron los meses y se llevó a cabo la transformación de su vida. Parecía que Dios hubiera abierto con Su Palabra el mar rojo, para que ella atravesara por tierra seca, la gran inundación del sufrimiento. Llegó el tiempo de aprender y las oportunidades de hacer muchas cosas que se le iban presentando a lo largo de los años. La niña enfermiza, con pocas probabilidades de sobrevivir quedó atrás para dar paso a una joven alegre y emprendedora. El milagro de Dios se cumplió de darle la oportunidad de vivir. Ella aprendió que en el camino de la vida abundan los obstáculos y ha tenido el valor de enfrentarlos y vencerlos. Su confianza aumenta con cada problema que se resuelve con éxito, es como si hallara deleite en vencer los desafíos que se le han ido presentando.Solo Dios sabe cuántos hijos suyos están pasando por situaciones difíciles. Pero tú recuerda que los milagros existen, porque tenemos un Dios vivo, lleno de misericordia y que tiene la última palabra, aun cuando todo parece estar en contra nuestra. Confiemos en Dios, El controla el universo y tiene preparado un mundo mejor, un mundo sin dolor, sin maldad y sin desiluciones. Esta historia es real, la niña de mi relato, hoy es presidenta de jóvenes y ha terminado sus estudios profesionales con grado honorífico y ha recibido su título de Lic. en Mercadotecnia Internacional. Que Dios siga bendiciendo tu vida. Sabes que eres como una flor hermosa, como receptáculo de néctar, despides un aroma agradable y desempeñas una función necesaria en la producción de nuevas semillas (llevar a otros a Cristo). El néctar del amor de Dios en tu corazón atrae a la gente al Salvador. Tu vida está coloreada por el servicio espiritual, el usar tu tiempo sabiamente, puede marcar una diferencia eterna, Martita.

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