Monday, November 12, 2007

Pag. pastoral EL MATRIMONIO ES UN PACTO DIVINO


El matrimonio es la institución divina más antigua que existe. Fue instituido por Dios, no solo para preservar la especie, sino para ser el fundamento firme de la familia, la cual está en el corazón, la mente y los planes de Dios desde el principio de la creación. Es tan importante para Dios, y lo debe ser para nosotros, pues de su éxito depende la estabilidad de la sociedad, la armonía de los pueblos, la paz de las naciones y la realización plena de la humanidad.
Dios creó la familia para que fuese la base de nuestra sociedad. Por el pecado las familias se han desintegrado, y ahora vivimos en una sociedad donde los valores y principios morales han decaído tanto, que han corrompido la verdad y la justicia. Una familia unida y estable, contribuirá para formar una sociedad saludable; una disfuncional, problemática y desintegrada, proporcionará una sociedad enferma y doliente, donde las perversiones, violencia, adicciones y delincuencia estarán al día.
Gracias por el mensaje de amor, gracia, misericordia, perdón, regeneración y buenas noticias que Cristo nos ofrece en su Palabra, pues a pesar de que "el ladrón vino para robar, matar y destruir" los hogares, Cristo ha venido para que tengamos vida, y vida en abundancia.
El profeta Malaquías, arremetió contra el pueblo porque ellos, siguiendo el ejemplo de los sacerdotes, cometían pecados que atentaban contra la estabilidad de la familia. La sociedad de entonces, como la de ahora, practicaba todo tipo de perversiones y pecados sexuales, se divorciaban con la única motivación de cambiar de pareja, y elegían como pareja a personas de otras culturas, religiones y creencias, haciendo así vulnerable a la familia y a la nación, pues si quieres destruir una nación, basta con destruir a la familia.
Recientemente más de diez leyes nuevas aprobadas en el congreso estatal y federal, atentan en contra de la familia. Esto nos indigna y algunos hasta protestamos, pero la realidad es que nuestros hijos están naciendo y creciendo en una sociedad sin principios y con una verdad corrupta, y todo esto nos muestra que la venida de Cristo esta más cerca de lo que imaginamos. Esto debe motivarnos a volvernos a Dios y a Su Palabra, y a luchar por preservar lo que Dios ha establecido: el matrimonio y así, a la familia.
I. EL MATRIMONIO.
Es una institución santa y agradable a Dios. El nos da las bases firmes para que ésta sea prosperada. Es una sociedad, en la que ambos socios hacen un contrato para toda la vida, por eso antes de firmar, los contrayentes deben analizar los "pros" y los "contras" y a la persona con la que se comprometerán de por vida, pues una mala elección es igual a una desgracia asegurada. El amor ciego impide ver lo que otros ven y escuchar consejos, aun los de Dios, quien quiere prevenirles de problemas, angustias, fracasos, heridas y desgracias, como:
A. EL DIVORCIO Entre las desfortunas de una mala elección se encuentra el divorcio, es decir, la disolución del matrimonio. A Jesús le preguntaron si se podía repudiar a la mujer y darle carta de divorcio por cualquier cosa, y El respondió que no. Entonces le cuestionaron la razón por la cual Moisés lo había autorizado, y El les dijo que fue por la dureza del corazón, pero que el principio no era ese. ¿Cuál es el principio bíblico del divorcio? Lo que enseñó Jesús en el Sermón del Monte, fue: "También fue dicho: cualquiera que repudie a su mujer, déle carta de divorcio. Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada comete adulterio". Mt.5:31-32
Tanto Jesús, como Moisés (Dt. 22:13-21), nos dicen que LA ÚNICA CAUSANTE DEL DIVORCIO, es la fornicación. Es decir, cuando el hombre se casaba con la doncella, y descubría que ella ya no era virgen.
EN DEFENSA DE ELLA:
Pero cuando el marido repudiaba a la mujer atribuyéndole falta de virginidad; los padres de la joven podían ir, con los ancianos de la ciudad y acusarlo a él, demostrando que si era virgen. Entonces al esposo difamador lo castigaban azotándolo y lo multaban con 100 piezas de plata que debería entregar al padre, y no podría despedir a su mujer jamás. Porque Dios es juez justo y el protector de las mujeres maltratadas y difamadas, ¡Mas te vale que jamás te atrevas a difamar a una hija de Dios!
JUSTICIA PARA EL:
Si resultaba ser cierta la acusación en contra de ella, la sacaban fuera de la ciudad y moría sin remedio.
EL DIVORCIO BIBLICO:
El divorcio no era como se concibe el día de hoy. Por desgracia fue pervertido y distorsionado. Era un acto de amor, gracia y misericordia. Deuteronomio 24:1-4 nos habla de que esa era la opción que tenía el marido, en caso de encontrar en su esposa "algo indecente" (que no fuese virgen, o que ella amara a otro hombre, etc.). Si él, era JUSTO y amaba a su esposa, en un acto de misericordia, podía entregarle a ella una carta de divorcio en la cual la autorizaba para que ella fuese y se casase con aquel hombre.
B. ALGO PEOR QUE EL DIVORCIO.
1. LAS HERIDAS. El resentimiento y el odio son heridas infectadas que quedan tras una mala relación. Cuando una persona queda viuda se produce una herida profunda en el corazón, pero esa es una herida limpia que un día sanará; en cambio, las heridas que provoca un divorcio, son heridas infectadas por los malos recuerdos, ofensas, golpes, resentimientos, etc., cosas que ni el tiempo, ni los años, ni siquiera otro matrimonio lograrán curar o restaurar por completo.
2. LOS ABUSOS. Dios dice que El reprueba el divorcio; pero algo peor es tener que "vivir" y soportar a una pareja que es cruel, mentirosa, agresiva, miserable y tormentosa, a eso, no se le puede llamar vida. No estoy de acuerdo con el divorcio, es la última opción que debe pasar por la mente de los casados; pero, creo que soportar un matrimonio tormentoso y hacer sufrir a hijos inocentes, es una maldición peor que las heridas que causa el divorcio. Dios desea salvaguardar la paz en las familias, y nos da armas para defender a las victimas de abusos intrafamiliares.
Pablo dice que si el cónyuge es incrédulo, pero es pacifico, y consiente en vivir con su pareja creyente, que no se separe, porque tal vez su pareja será alcanzada por Dios. Pero si tu pareja es tormentosa y amenaza con abandonarte, ¡déjalo que se vaya! ¡No imaginas la bendición que será librarte de una lacra así! ¡Te librarás de una pesadilla! Pablo dice a los Corintios: Recuerda que Dios no nos llamó a esclavitud sino a libertad, gracia y paz (1 Corintios 7:15).
3. LOS CELOS. Los celos son una maldición que atormenta y destruye la vida, tanto del celoso, como de la persona celada. Son un tormento, la incertidumbre, la duda y la desconfianza. Por ese tipo de sentimientos se han cometido muchas injusticias, destruido familias, iglesias, ciudades y naciones completas. En Nm. 5:14-22 dice que cuando sobre algún hombre viniera espíritu de celos, siendo su mujer, culpable o no; él debía llevarla, con una ofrenda de celos ante el sacerdote, quien le daba a beber un vaso con agua santa con polvo del tabernáculo y le declaraba las maldiciones que le alcanzarían si había cometido adulterio. Pero si era inocente, no pasaría absolutamente nada. Si era culpable "el marido quedaba libre de pecado y ella llevaba la maldición; pero si resultaba ser inocente, él cargaría sobre sí la difamación. No debemos atribuirle faltas a nuestro cónyuge sin fundamento, porque Dios no tomará por inocente a quien lo haga. Dios quiere que vivamos en paz.
4. EL DAÑO A LOS HIJOS. La desgracia de un matrimonio violento, agresivo y tormentoso, es que engendrará hijos atormentados, violentos, infelices e incapaces de producir un hogar feliz. Los hijos de matrimonios disfuncionales, tienen una alta probabilidad de formar hogares disfuncionales. Además tienen temor al matrimonio, y optan por los pecados sexuales, la unión libre u otras alternativas que van contra la naturaleza divina.
II. UN MATRIMONIO CONFORME A LA VOLUNTAD DE DIOS
Dios conociendo lo complicado que es el ser humano, fue quien instituyó el matrimonio y quien proveyó una esposa idónea e ideal para Adán. Adán descubrió que ella era carne de su carne y hueso de sus huesos, y la amaba tanto que el día que pecó, él no quiso permanecer ni un solo día, en el paraíso sin ella. Dios desea que cada matrimonio que se forma sea un paraíso, y no un infierno. Dios tiene una pareja especial para cada uno de nosotros. Cuando fracasamos en entender esto y buscamos nuestra propia voluntad, tendremos grandes problemas en la vida. Necesitamos pedirle a Dios que nos dé a la pareja con la cual uniremos nuestra vida para siempre. Un matrimonio conforme a la voluntad de Dios es la respuesta a la oración. Abraham oró a Dios por la esposa de su hijo Isaac. Su siervo se le unió en la oración, y el mismo Isaac estando en el Neguev, pidió a Dios por una esposa.
III. UN MATRIMONIO CONFORME A LA VOLUNTAD HUMANA
Es el que se busca sin Dios, al gusto nuestro. Adán y Eva tuvieron a Set; y a Set le nació un hijo: Enós. De su descendencia Dios formó una familia recta, justa y perfecta en sus generaciones, entre las cuales destacaron: Enoc, Matusalén, Lamec y Noé. A ellos se les llamó "Los hijos de Dios", porque fue la familia que empezó a invocar el nombre de Jehová (Gn. 4:26). Sin embargo, al pasar los años, esta familia fue desleal al pacto con Dios. En Génesis 6:1-3 nos dice que los hombres se multiplicaron y les nacieron hijas, y que los hijos de Dios como las vieron hermosas, las tomaron para sí. Y Jehová se molestó y les limitó sus días a 120 años. Lo que contristó a Dios y lo hizo determinar la destrucción de la humanidad, no fue el pecado de los impíos, sino los matrimonios mixtos o desiguales de sus hijos.
¿Recuerdas a Sansón? Eligió a una mujer filistea, y cuando su padre le reprendió, contesta: "ella agradó a mis ojos"; una mujer hermosa que al final le sacó los ojos. ¿Cual fue la desgracia de Salomón? En 1 Reyes 11:1-4 nos dice que el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel, que no se llegaran a ellas, porque los harían inclinar sus corazones tras sus dioses. Salomón tuvo 700 mujeres reinas y 300 concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón. Su corazón no fue perfecto ante su Dios, como el corazón de su padre David.
Dios prohíbe los matrimonios mixtos, desiguales; porque un matrimonio con personas de otras culturas, credos y religiones, es un verdadero problema. Si hay problemas entre dos personas que son del mismo pueblo, por ser de diferentes familias, con sus propios principios; ¡Imagínate el mar de dificultades que enfrentarás si te casas con una persona de una cultura diferente a la tuya! O lo que es peor de una creencia o dios diferente al tuyo.
En el AT en Deuteronomio 7:1-4 Dios le pidió al pueblo que al introducirlo en la tierra que le prometió, echara a las naciones que había derrotado, las destruyera del todo y no hiciera con ellas alianza. Y que no emparentara con ellas; que no les diera a sus hijos, ni tomara de los de ellos. Porque se desviarían de El, sirviendo a dioses ajenos y el furor de Jehová se encendería contra ellos, y los destruiría pronto. Y en el NT Pablo también hace una exhortación: No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? (2 Co. 6:14)
Dios reprueba los matrimonios tormentosos y los divorcios. Dios no quieres que fracases en tu vida matrimonial, porque un fracaso matrimonial causará heridas y marcará tu vida para siempre. No somos más sabios que Dios, no podemos ganarle. Si El nos amonesta a no contraer matrimonio con una persona no creyente es porque quisiera evitarnos muchos malestares y desgracias familiares. Aquel que se casa en desobediencia, no debe esperar ser bendecido y prosperado. Tampoco espere que Dios apruebe lo que El mismo ha reprobado.
Papás, oremos por la pareja que Dios tiene reservada para tus hijos y para que les abra los ojos y les de sabiduría para que elijan de acuerdo a Su perfecta voluntad. Y a los solteros los invito para que dejen de buscar o esperar. No te desesperes, mejor busca a Dios y pídele que te de la pareja que El tiene para ti, y El lo hará.
Pbro. Miguel De León

0 Comments:

Post a Comment

<< Home