Monday, November 12, 2007

NO ME GUSTO TU REGALO


¿Qué tan bueno eres para escoger un regalo?
Cada día se hace más difícil elegir un regalo, hay tantas cosas para comprar, tantos colores, tantas marcas, tanta variedad, que cuesta trabajo decidirse; puedes pasar horas en las tiendas y no comprar nada, esperando encontrar algo mejor en otro lugar. A algunos les toma días elegir un regalo, y luego para que no sea del agrado de la otra persona o lo que ella esperaba.
¿Cuáles son los factores que influyen cuando buscas un obsequio? La persona, tu gusto, tu presupuesto. ¿En qué o quién piensas cuando vas a dar algo?.
Los regalos al parecer han dejado de ser buenas sorpresas, algunos de la envoltura pasan a un lugar donde no estorben o a la basura. ¿Te gustaría recibir un regalo inservible, algo roto, usado o simplemente algo que no te gusta?
En Navidad es común hacer intercambio de regalos entre los amigos, familiares o compañeros de trabajo, y para que sean parejos, fijan un monto de dinero. Pero se llevan una sorpresa, porque unos se pulen en buscar algo bueno, y otros simplemente dan cualquier cosa, y nunca falta el que dice, no me gustó el regalo, mejor me hubieran dado el efectivo. Por eso se han puesto de moda los regalos en efectivo, no solo en baby showers, despedidas, sino ahora hasta en bodas, fiestas de cumpleaños y en Navidad; porque no se dan buenos regalos, o son repetitivos, como en caso de las bodas, todos quieren regalar toallas, vasos y planchas. Recibir un regalo que no te sirve o no te gusta, es como no recibir nada. La ventaja del efectivo, por un lado, es que el festejado puede comprarse lo que el quiere y a su gusto; y por el otro, resulta muy cómodo para el que lo da, porque no tiene que molestarse en buscar algo apropiado y envolverlo. Aunque la desventaja es cuando en la invitación te sugieren una cantidad elevada (por lo altos precios del mercado) y algunos se ven afectados en su presupuesto familiar, y se abstienen de asistir y por lo tanto de regalar algo al homenajeado. No es malo dar regalos en efectivo, a todos nos gustan, lo triste es haber recurrido a ese recurso de regalos, porque la gente no sabe dar buenos regalos. Un buen regalo no tiene precio, en realidad, puedes adquirir algo muy bueno con poco dinero, o bien, también tienes la opción de hacer algo creativo con tus manos, si no tienes el dinero suficiente para comprar algo en una tienda.
¿Por qué no gustan nuestros regalos? Porque los compramos pensando en nosotros, o en el dinero y no en agradar a la persona a la que se lo vamos a dar. Cumplimos con el compromiso de regalar, pero no damos nada especial o de calidad. Necesitamos aprender a dar, para que nadie rechace nuestros regalos. Para que tus regalos sean buenos regalos, necesitas preocuparte por saber no solo lo que la persona necesita, sino lo que le haría feliz. Algunos de nuestros seres queridos, son muy obvios, no tienes ni que preguntarles que quieren, resalta a la vista lo que anhelan; otros hasta hacen campaña publicando que quieren antes de su cumpleaños o Navidad, eso nos facilita mucho las cosas.
A todos nos gustan los regalos, Dios no es la excepción. El también espera buenos regalos, El es el Gran Rey, y a los reyes lo mejor. En Su Palabra te dice qué es lo que le gusta: Tu amor, tu obediencia, tu tiempo, tu compasión por el pobre, el huérfano y la viuda, que sostengas Su Casa, que ames Su obra, etc. Dale a Dios lo que El quiere, pero no se lo des por compromiso, dáselo porque lo amas y quieres agradarlo. A su pueblo le dijo en una ocasión que no le agradaban sus regalos, porque eran malos. Le ofrecían lo que no servía, y les dijo, dénselos a sus gobernantes y vean si ellos sí los quieren, para que se dieran cuenta de que no era El, el requisitoso, sino que sus regalos eran malos y que nadie los aceptaría. Por eso terminó diciéndoles que no le trajeran nada, porque no los iba a recibir (Malaquías 1).
Tómate el tiempo para agradar a las personas a las que vas a obsequiarles algo. Créeme, si tú das algo de corazón, buscando agradar a la persona, ella se pondrá feliz y apreciará tu obsequio, sin importar su precio monetario, pero sobretodo, agrada a Dios.
Marisa Valle

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