Monday, October 24, 2005

PORTADA

Misericordia para todos

Miserdicordia. ¡Qué palabra tan poco usada!. Tal vez sí la hemos oído, pero no sabemos a ciencia cierta, cómo se aplica a nosotros. Misericordia es, según el diccionario bíblico, el aspecto compasivo del amor hacia el ser que está en desgracia o que su condición espiritual no merece ningún favor. Por lo menos ya sabemos su definición, pero usted se preguntará: ¿Y yo que tengo que ver con la misericordia?. Nos debe interesar mucho, no solo conocerla, sino experimentarla. Jesús dijo en el precioso Sermón del Monte: "Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán misericordia" ( Mateo 5:7). Jesús lo expresó de una manera contundente, para que nos quedara bien claro. Si no somos misericordiosos con los demás, no exijamos que haya misericordia para nosotros. Esto me hace pensar en "la segunda milla". Por ejemplo, es más fácil sacarle la vuelta a una persona en necesidad, que tomarse el tiempo y hacer el esfuerzo de ayudarla, y menos, si no lo conocemos, pues que tal si solo está fingiendo y nos asalta o que tal si nos metemos en problemas. Para no ayudar, echamos mano de mil excusas, algunas reales, y otras inventadas, pero lo cierto es que nos resistimos a ayudar a otros. Si Jesús hubiera actuado como nosotros lo hacemos normalmente, téngalo por seguro que no se hubiera dejado hacer ni un rasguño. Después de todo, hacía demasiado calor como para salir, y menos se antojaba andar cargando una cruz descomunalmente pesada. Jesús estaba joven, fuerte, sano, tal vez hasta usted pudiera pensar que él tenía la obligación de morir por nosotros. ¡Oh no!, Jesús no tenía por qué dejar el cielo y bajar a ayudarnos, dentro de un cuerpo tan frágil y limitado. A veces nos encontramos con gente de muy poco aseo personal y la miramos con desprecio y tratamos de poner distancia de por medio. Gloria a Dios que nuestro Amado Jesús no pensó así, porque nosotros olíamos muy mal, es más, apestábamos igual que Lázaro. Nuestros pecados nos habían llevado a la muerte espiritual, ya que escrito está que la paga del pecado es muerte (Romanos 6:28). ¡Qué feo se oye eso! Sin embargo a veces actuamos como personas con el corazón de mármol, ajenas a las necesidades y al dolor de los demás, y pensamos que otros se hagan cargo!
Pensemos por un momento en Jesús, nuestro máximo ejemplo de misericordia. El estuvo dispuesto a tocar a los despreciados leprosos, perdonar a las mujeres de dudosa reputación, de comer con personas indeseables, etc. Seamos entonces misericordiosos con los demás; no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo, segaremos. Ya que Jesucristo nos dio el ejemplo máximo, pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a ser misericordiosos de verdad, con todos, sin excepción.
Con amor: Hna Judith Patiño.

Noche ¿Buena?

Cuando Dios creó a la tierra, la hizo buena (Gen. 1). Tantas cosas nos ha dado Dios, buenas y perfectas, pero somos nosotros los que las corrompemos.
Cada año, en diciembre, la ciudad se llena de luces multicolores que prenden y apagan, llamando la atención de todo el que las ve. Todo el comercio levanta un carnaval publicitario para impregnar el ambiente de "un espíritu navideño", promoviendo la Navidad, pero ¿Para qué? ¿Cuáles son los verdaderos propósitos de la celebración?
Podríamos definir tres posiciones, cuando menos, que existe entre las personas:
1) En muchos se ha vuelto una costumbre "La Navidad": hacer fiesta, comprar regalos, mandar tarjetas, brindar, comer, para celebrar "algo" que no valoran. Han convertido la Navidad en una fiesta pagana y mundana, usando el motivo como un pretexto, pues la manera de celebrarla dista mucho de agradarle a Dios, porque se hacen precisamente cosas que El reprueba. Han hecho una CARNAvidad, celebrando con los frutos de la carne, algo espiritual.
2) Para otros, la navidad, es el nacimiento de Jesús: "El verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros". Su llegada y Su partida, tienen gran significado espiritual, rodeadas de cosas insólitas, eventos que dejan ver Su amor, Su poder, Su grandeza. Hay gente que asocia la navidad, con el momento en que Jesucristo nació por fe en su corazón, y aunque no sea precisamente en esta época del año, como no tienen la fecha precisa del feliz advenimiento de nuestro Salvador a la tierra, respetan el hecho y celebran en la fecha tradicional, como una manera de agradecerle a Dios, y de unirse en la fe de los cristianos aprovechando la ocasión para anunciar: Su salvación.
3) Pero hay un tercer grupo, que pudiera dividirse en varios, con diferentes motivos y razones, que simplemente son ajenos a esta celebración. Ni para bien, ni para mal, participan, simplemente, no hacen nada.
Entonces la noche del 24, es NOCHE ¿BUENA? o ¿MALA?, eso depende de ti, debemos tener cuidado de qué, cómo y por qué celebramos ese día. En la actualidad hay falsificación de todo, aun de las cosas espirituales, pero por su fruto las diferenciamos. Una señora fabricó un naranjo artificial y le colocó un pesebre. Tenía el arbolito naranjas, amarillas y verdes, en algunos gajos lucían hermosas florecitas, todo artísticamente hecho, imitando perfectamente lo natural. Un niño fue a curiosear el árbol y dijo: "Son bonitas las naranjas, pero no sirven para comer, porque son de papel y están pegadas con alambre". Así también hay muchas personas que quieren hacer cosas aparentemente buenas, pero el fruto no es bueno. Los frutos del Espíritu, son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,bondad,fe, mansedumbre, templanza, y estos son producto de una vida que se desarrolla en Cristo. Si estás en Cristo, harás fiesta para El y esas virtudes serán las luces que iluminarán Su fiesta.
Que no sea este diciembre un pretexto solo para celebrar, ni te vayas al extremo de no hacerlo, para no equivocarte. Los que conocemos a Jesús, tenemos la obligación de hacer VER a los que sólo pueden ver foquitos, que Cristo nació y murió por nosotros, para librarnos del pecado y darnos salvación. Que estos días sean un tiempo de reflexión y salvación, que la cena de costumbre, del 24, nos sirva para reconocer el amor de Dios y a otros, para venir al conocimiento de Su Verdad, para que todos en este mundo puedan tener su propia navidad espiritual.
Marisa de Valle

El Sincretismo

Pbro. Miguel de León Flores

Entendemos por sincretismo a la fusión de costumbres, creencias y prácticas de religiones paganas, dentro del cristianismo. El sincretismo no es un problema nuevo, pues desde la antigüedad, Dios se propuso librar a su pueblo de este mal; de manera que les advierte: "Cuando Jehová haya destruido delante de ti las naciones a donde vas… guárdate… no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían a sus dioses yo también les serviré. No harás así a Jehová tu Dios; porque todas cosa abominable que Jehová aborrece, hicieron ellos a sus dioses; pues aun a sus hijos quemaron en el fuego a sus dioses…" (Dt.12:29.32). Sin embargo, fue tan fuerte la influencia de las naciones paganas vecinas, que a menudo el pueblo de Israel adoptó aquellas costumbres y tuvo que sufrir las consecuencias de su desobediencia; a pesar de haberles advertido: "Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas…. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios." (Dt.18:9-13).
Siempre ha sido el deseo de Dios tener un pueblo que sea santo, perfecto, que le ame y este dispuesto a obedecerle; y para ellos debemos estar dispuestos a volvernos a la palabra de Dios, y renunciar a todo sincretismo, que adultera, contamina, pervierte y corrompe la verdadera doctrina de la palabra de Dios.
En la Biblia podemos ver que esta es la razón por lo cual Dios le ordena a Abraham salir de su tierra y de su parentela (Gn12:1-3); y a pesar de que le promete hacer de él una nación grande y bendita; todo ellos esta condicionado a renunciar a toda aquella influencia pagana e idolatrita en la cual vivía, y con la cual estaba familiarizado; y es Jehová quien atestigua que la familia de Abraham servía a dioses extraños (Josué 24:2). Bien, y a pesar de que Abraham y su familia salen de la tierra de Babilonia, las costumbres paganas salieron con ellos. De manera que podemos ver a Abraham, quien estaba acostumbrado a la idolatría babilónica, invocando a su Dios debajo de todo árbol frondoso; al cual conocía solamente como: EL-ELION (El Dios más alto) y como EL-SHADAI (El Dios sustentador; y/o Todopoderoso). Esta costumbre de adorar a "La encina sagrada", tuvo su origen en babilonia. En el pasaje de Gn12:6-7 se ha traducido en las versiones moderas: "el valle de More", pero las versiones antiguas traducen: El roble alto de More. Y "More" significa: Maestro. Por lo que los antiguos acostumbraban ir a un árbol a invocar a sus dioses y consultarlos. Esa costumbre pagana siguió a Abraham durante su peregrinar por la tierra de Canaán, de manera que buscaba una encina para levantar un altar y comunicarse con Dios (Gn.13:18; 18:1); ¿Y cuando llegaba a algún lugar desértico…? Bueno, pues allí "Y plantó Abraham un árbol tamarisco en Beerseba, e invocó allí el nombre de Jehová, Dios eterno." (Gn.21:33).
Bien, a pesar de que Abraham no comulgaba con las costumbres e idolatría pagana de Canaán; y manda traer para su hijo Isaac una mujer de su parentela; sin darse cuenta, la idolatría de babilonia continuaba formando parte de la cultura familiar. Pues Isaac se casó con Rebeca, hermana de Labán; y cuando procrean a sus hijos Esaú y Jacob; Rebeca manda a Jacob a la tierra de Haram, donde se enamora de Raquel; y ¿Recuerdas que fue lo que ella le robó a su padre? (Gn31:19), Sí, la familia de Abraham, la familia de Rebeca, la esposa de Jacob, Raquel, roba los dioses de su padre. Y cuando Laban reclama a su yerno el robo de los dioses, él declara una maldición para aquella persona que los hubiere robado (31:32), y todos conocemos la triste historia de Raquel, y las consecuencias de la idolatría oculta. Pero, ¿Sabes que es lo que todo esto nos enseña? Que mientras los hijos de Dios no renunciemos a toda practica pagana, las promesas de Dios no pueden cumplirse en nuestras vidas.
¿Sabes porque al pueblo de Dios no se le llama: "El pueblo de Abraham", ni "El pueblo de Isaac", sino "El pueblo de Israel"? En Gn. 32 se nos narra la historia del encuentro que tiene Jacob con Dios en Peniel; lugar en que su vida es transformada completamente; y en 35:1-8 se nos narra la historia de su conversión: Dios aparece a Jacob y le manda levantarle un altar para él en Bet-el; y Jacob manda a su familia y los que estaban con él: "Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos y mudad vuestros vestidos. Y levantémonos, y subamos a Bet-el… así dieron a Jacob todos los dioses ajenos… y los escondió debajo de una encina que estaba en Siquem". Ahora, ¿Sabes que fue lo que hizo Jacob con esa encina sagrada? La profano. Pues murió Débora, ama de Rebeca, y la sepultó debajo de aquella encina. De esta manera quedó sepultada la idolatría debajo de aquel arbusto, el cual es contaminado, según la tradición bíblica (Lv.21), con el cuerpo de un muerto (2Rey 23:13-14).Y lo mas relevante, amados amigos, son las benditas consecuencias de limpiarnos de toda inmundicia e idolatría. Promesas divinas que solamente disfrutaremos cuando renunciemos a toda tradición, costumbre y practica que es abominable para Dios, "…y el terror de Dios estuvo sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no persiguieron a los hijos de Jacob". Cuando nos volvamos a la palabra y renunciemos a toda idolatría, la bendición de nuestro Dios nos seguirá dondequiera que vayamos.

Voces de Bendición [Marcos Vidal]

No es fácil resumir en pocas palabras la intensa actividad artística que Marcos Vidal ha llevado a cabo desde su más tierna infancia. Por otra parte, sería injusto ofrecer una simple enumeración cronológica de toda su producción musical, pues, ésta se ha fusionado siempre, en perfecta armonía, con su fe. Ya desde los 12 años, Marcos desempeñaba un importante papel en el área musical de la iglesia Salem que pastoreaba su padre. Con el tiempo, lo que empezó como un servicio en la iglesia local se transformó en un ministerio de alcance nacional. Marcos tenía, por entonces, 19 años.En 1990, fruto de ese temprano pero madurado bagaje, sale a la luz "Buscadme y viviréis": su primera producción musical. Gracias a la demanda que tuvo la misma, Marcos se consolida como precursor de la música cristiana española, editada en formato CD.
Titulado con honores en la carrera de piano por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, complementa esto con los estudios del Instituto Bíblico Berea de Alemania y a los 26 años, siente el llamado pastoral, siguiendo el legado de su padre.
Al año siguiente, aparece su segundo trabajo discográfico: "Nada especial". En 1996, la producción "Cara a cara" fue una de las producciones cristianas más vendidas en todo el mundo, lo cual le significó el "International Award GMA"
En 1997, Marcos edita su cuarto trabajo discográfico: "Mi regalo", nominado a los premios "Dove" como mejor álbum del año en español. "El arca" (1999) fue el primer trabajo de Marcos para niños. Su éxito se extendió no sólo en el ámbito cristiano sino también en el secular. A consecuencia, La conocida marca Kellogg´s patrocina, en Puerto Rico, la puesta en escena de esta producción bajo el nombre "El arca de Noé".
En 2004, se lanza "Aire acústico", una producción que recoge algunas de las canciones mas recordades de Marcos, grabadas en un formato acústico en el que destacan las guitarras acústicas. Durante todos estos años, Marcos ha viajado por diferentes países del mundo como músico, pastor y conferencista. Al margen de su producción musical, gracias a su carácter polifacético para las artes, cabe destacar, también, el haber sido precursor de una nueva literatura cristiana infantil, que podríamos ubicar dentro de la novela fantástica: Nuva, La hormiga, Miami, Editorial Vida, 2001.

Una Familia Feliz

Sanando nuestra estimación propia deficiente

INTRODUCCION
En el artículo anterior estudiamos las bendiciones que los padres debemos declarar a nuestros hijos, bendiciones que programaran sus vidas para llegar a ser los hombres y mujeres que Dios desea que sean. Sin embargo, algo que debemos reconocer es que, tal vez para muchas familias, lamentablemente les llegó este estudio demasiado tarde, pues sus hijos ya han sido afectados negativamente por las palabras que se profirieron en su contra, en el pasado.
¿Qué pueden hacer ahora? Lo primero que debemos entender es que la Palabra de Dios no tiene el propósito de crear o alimentar, en nuestras vidas, los complejos de culpabilidad, que ya atormentan a muchas personas; sino que tiene el firme objetivo de motivar nuestra fe para creer en el sacrificio que Cristo hizo por nosotros en la cruz, para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad, y restaurar todas las cosas que por causa del pecado fueron dañadas. Y esta es una buena noticia; pues la Biblia nos enseña que:
* Nunca es demasiado tarde para reconocer nuestros errores y traerlos a los pies de Cristo; ni será jamás demasiado tarde para clamar a Dios para que nos ayude a enmendar nuestras fallas.
* Que Su Santo Espíritu, puede sanar y restaurar el corazón de nuestros hijos, para que de esta manera, ellos puedan recibir la bendición que Dios desea darles, y así cumplir con la visión que Dios tiene para sus vidas.
En este estudio veremos algunos aspectos de la vida de David, que reflejan la gracia, misericordia, fidelidad, sanidad y restauración de Jesucristo, para cada una de nuestras vidas.

COMPROMISO. La Biblia nos habla de la hermosa amistad que surgió entre David y Jonatán, la cual es un bello ejemplo de amor y lealtad. Cuando Jonatán, que era el heredero del trono de su padre Saúl; supo que Dios había ungido por rey a su amigo David; y que por esta causa el rey Saúl deseaba matarlo; en vez de contender contra él, lo amó y pactó con él. En 1 Sam. 20:14-17 se nos dice que Jonatán demandó e hizo jurar a David, por tres peticiones:
1.- Misericordia para sí mismo, para que no morir.
2.- Misericordia para su casa por siempre.
3.-Que no dejara que el nombre de Jonatán fuera quitado de la casa de David.
Si te das cuenta, en la Biblia, David es un tipo de Cristo. Y la amistad y pacto de David con Jonatán, tipifica el amor, la amistad y el pacto de Jesucristo con Su iglesia. Las tres promesas que le hizo Jonatán jurar a David, son las mismas que Cristo nos garantiza.
A.- David prometió respetar la vida de su amigo y de toda la casa de su padre; lo cual cumplió fielmente, a pesar de que el rey intentaba matarlo. Lamentablemente David no pudo impedir que los filisteos mataran a su amigo; pero ¿Sabes qué? La promesa que nosotros tenemos de Cristo es más excelente; •pues El nos garantiza aquí en esta tierra, vida abundante; y después de la muerte, vida eterna.
B.- Dios dice que la maldad del hombre la castiga en los hijos, los nietos y hasta la cuarta generación; de manera que la rebeldía de Saúl la sufrieron sus descendientes. Pero la misericordia de Dios es sobre la descendencia de los que le amamos. David promete misericordia a la casa de Jonatán. Y Dios nos promete que si creemos en Cristo seremos salvos nosotros y toda nuestra casa.
C.- Así como David prometió que el nombre de Jonatán no sería borrado; Jesús promete a todos los que le somos fieles, darnos un nombre nuevo (Ap.3:5)

FIDELIDAD David, que amaba a Jonatán como a sí mismo; después de saber que había muerto, al lado del rey Saúl, por manos de los filisteos; y después de llorarlo y hacer lamento por sus muertes (2 Sam 1:17). ¿Sabes qué fue lo que se propuso hacer? En 2 Sam 9:1 se nos dice que David se propuso buscar a alguno que hubiese quedado vivo, de la casa de Saúl, para hacer misericordia con él, por amor a su amigo Jonatán. Y esto es magnifico y ejemplar, pues nos recuerda que el amor, lealtad y fidelidad de David a su amigo Jonatán, perduró mas allá de la muerte. De manera que ni la muerte ni los años impidieron que estuviera dispuesto a cumplir lo que prometió a su amigo. Cristo es nuestro amado, leal y fiel amigo, que nos promete estar con nosotros siempre y por toda la eternidad.

MISERICORDIA Cuando David investigó para encontrar un descendiente de Saúl, y descubrió que habra sobrevivido un hijo de su amigo Jonatán, llamado Mefi-boset; también descubrió que tenía un impedimento que lo descalificaba para entrar a la casa del rey, pues cuando tenía cinco años, y les avisaron de la muerte de Saúl, la nodriza lo tomó, y al ir huyendo, se le cayó el niño y quedó cojo. El impedimento legal que le impedía entrar en la casa de David, era porque David, por causa de la provocación de los Jebuseos, había ordenado matar a todos los ciegos y cojos de Sión, “aborrecidos del alma de David”; y ese día decretó que ningún ciego ni cojo entraría a su casa. (2 Sam 4:4, 5:8).
Esto debe recordarnos que por causa de nuestra desobediencia y rebelión, Dios ha decretado que por cuanto todos pecamos estamos destituidos de la gloria de Dios y que la paga del pecado es la muerte. El pecado descalifica al ser humano para entrar a la casa de Dios. Sin embargo, cuando David descubrió que el hijo de Jonatán estaba lisiado de ambos pies, y estaba descalificado para entrar a su casa, ¿Sabes que es lo que hizo? ( 9:3-5,7) Lo mandó traer a su casa, y cuando llegó atemorizado se postró sobre su rostro, y David, por amor a Jonatán, le prometió cuatro cosas:
1.- Primeramente le dijo: “No tengas temor”.
2.- Hacer misericordia con él.
3.-Devolverle todas las tierras de Saúl su padre, y
4.- Que comería siempre de su mesa.
Es impresionante ver el amor, la gracia y la misericordia de David para con su amigo Jonatán; que es capaz de hacer pasar por alto los defectos y lo descalificado de Mefi-boset. El amor es capaz de cubrir multitud de pecados y defectos, pero la falta de amor es capaz de crearlos donde no los hay.
Ahora, ¿Sabes cómo reaccionó el nieto de Saúl ante la promesa de David? (2 Sam 9:8) Mefi-boset se sentía indigno de estar en la mesa del rey; y se comparaba a sí mismo con un perro muerto.
Recordemos que Mefi-boset, había nacido en un palacio, con todos los privilegios de la familia real, y que en un solo día perdió todo; mataron a su abuelo el rey, junto con su padre Jonatán, quien sería el heredero del trono; y él, que sería el sucesor de su padre, había quedado desamparado y lisiado de sus pies. Esta tragedia amargó el corazón del nieto de Saúl, de manera que todos los pensamientos negativos que acumuló en su mente, le hicieron formarse una imagen distorsionada de sí mismo; de manera que se veía como un ser miserable, repugnante y despreciable, como un perro muerto. Sin embargo, las palabras de David fueron medicina para su alma herida y ayudaron a la restauración de su corazón dañado.

A.- Es medicinal la palabra de David cuando le dice: “No tengas temor”; porque el corazón de Mefi-boset estaba lleno de los temores y complejos de inferioridad que habían atormentado por años a su abuelo Saúl. Mefi-boset estaba atormentado por el temor al rechazo, la burla, el escarnio. Atemorizado porque su familia estaba muerta y despojada de sus propiedades. Atemorizado por su defecto físico, etc. El temor, más que sensación, puede ser un espíritu demoníaco, cuya misión es abrir brechas en nuestra alma, para robarnos, matarnos y destruirnos (Jn.10:10); e incapacitarnos para cumplir con la misión que Dios nos ha encomendado. Pero Dios nos recuerda que no hemos recibido un espíritu de temor, sino de amor, poder y dominio propio (2 Ti.1:7), de manera que el perfecto amor echa fuera todo temor (1 Jn.4:18).
B.- Prometió hacer con él misericordia. A pesar de que su defecto, no sólo le descalificaba para entrar a la casa del rey, sino que le hacía un ser aborrecido del alma de David; por amor a su amigo Jonatán, David pasó todo aquello por alto y le prometió misericordia. Cuando Dios nos ve y obra misericordia, no está viendo nuestros defectos y errores, sino la obediencia de su hijo Jesucristo; y por amor a su Hijo, es que nosotros alcanzamos misericordia.
C.- Así como David restituyó todas las tierras que habían sido de Saúl, a su nieto. De la misma manera, cuando por pura gracia y misericordia, hemos sido acercados a Dios; El nos promete restituir todo lo que el enemigo nos ha despojado, “Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. Y comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre de Jehová…”
D.- Así como David prometió al nieto de Saúl que siempre comería de su mesa; asimismo Dios nos invita a sentarnos a su mesa para disfrutar de sus manjares celestiales, y poder compartir con El, todos nuestros sueños y anhelos.

Mientras que Mefi-boset representa la condición del hombre, despojado de sus bienes, lisiado de su cuerpo físico y de su alma, cargado de temores y complejos, e incapaz de disfrutar de las bendiciones del Altísimo; la invitación de David, representa la posibilidad de que te levantes y vengas a El sin temor, pues con Su amor cubrirá todos tus pecados, y te dará la oportunidad de que todos los días te sientes a Su mesa, disfrutes de Su presencia y Sus manjares; y de que compartas con El todas tus sueños y anhelos.

Quita la Barrera

¿Qué es lo primero que hacemos al levantarnos y antes de salir del cuarto? ¿Qué hacemos antes de salir a la calle, ir a alguna fiesta, o salir a pasear con algún amigo? Claro, lo que hacemos es ir al espejo. Allí en el espejo es donde nos vemos tal cual estamos: despeinados, la barba crecida, la camisa chueca, o arrugada; las mujeres van al espejo para arreglarse bien el cabello, delinear los ojos, sus labios, etc. Pues, ¿Cómo vamos a salir a la calle sin arreglarnos? A todos nos preocupa vernos bien, y que la gente nos vea presentables y arreglados.
¿Sabes? La Biblia es el espejo del alma, espejo que Dios nos ha diseñado para que vayamos diariamente a él antes de salir a la calle, a la escuela o al trabajo. Es en este espejo del alma que podemos y debemos ir todos los días para ver nuestra condición; como andamos delante de Dios, de nosotros mismos y de los que nos rodean, y aquellas cosas que es necesario que arreglemos en nuestra vida, para vernos bien.. ¡Qué importante es ir todos los días al espejo de Dios! para que todo aquel que nos vea, y sobre todo nuestro Dios, nos vea bien. Si por la mañana, al vernos en el espejo de Dios, la Biblia nos dice que en algo no estamos bien, no salgamos, hasta que nos hayamos puesto a cuentas con Dios.
Mucha gente se pregunta ¿por qué mi vida, mi hogar, mi negocio, están desechos? ¿Por qué mis hijos están en las drogas? ¿Por qué tengo que sufrir por esta depresión? ¿Por qué tanto dolor y desgracia en el mundo? Y la respuesta es: porque le hemos dado la espalda a Dios. Dios nos ha dejado su Santa Palabra, para que al conocerla y obedecerla disfrutemos de sus promesas. Desgraciadamente al traspasar los mandamientos de Dios tendremos que sufrir las consecuencias.
Muchas personas culpan a Dios de su dolor; reclamándole: ¿Dios, por qué? Sin querer entender que la razón es por haberle dado la espalda a Dios. Pero la buena noticia para tu vida, es que si hoy te vuelves a Dios, El se volverá a ti. Y aunque tus pecados sean como la grana, como la nieve, serán emblanquecidos; y si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
¿Deseas ponerte a cuentas con Dios? Dios busca hombres y mujeres que estén dispuestos a escuchar Su voz y obedecerle. Todos tenemos peticiones y necesidades, problemas, ruegos, que esperan respuesta; y tal vez has pensado que Dios te ha dado la espalda y está enojado contigo. ¿Sabes? Dios te ama y desea bendecirte, pero hay leyes establecidas por Dios para que vivamos en ellas y recibamos Sus bendiciones; y cuando las quebrantamos, estamos alejándonos de estas promesas y bendiciones. En Lucas 5:17-20 vemos a Jesús, enseñando y predicando a las multitudes que habían venido para escucharle; Jesús es quien tiene la respuesta para las necesidades de las multitudes; y se nos dice que "el poder de Dios estaba con El para sanar". Donde está Jesús, está la respuesta de Dios y el poder de Dios para sanar a las multitudes. En esta historia vemos a cuatro hombres que caminaron muchos kilómetros, cargando a un amigo paralítico para llevarlo a Jesús, para que lo sanara. El problema es que había demasiada gente que estaba en la casa, con sus propias necesidades y peticiones. El lugar estaba abarrotado y como no había manera de entrar, subieron al tejado e hicieron un hoyo para bajar al enfermo. ¡Imagínate! ¡Romper el techo de una casa! ¿O de un templo? ¿Cuánto tardarían en bajarlo los diáconos y ancianos de la iglesia? Imagínate a Pedro, al ver a aquellos que rompían el techo, tal vez estaba listo con Juan y Jacobo para inmediatamente lanzarse sobre ellos y echarlos fuera. ¿Qué pensarían los fariseos?: "Hombres del vulgo". ¿Y los dueños de la casa…? Pero lo que debe importarnos a nosotros es ¿Qué pensaría Jesús? Jesús los vio y los amó .
¿Sabes que? Tal vez has pensado que tu familia desea llevarte a la fuerza a la iglesia; o que algunos amigos te insisten mucho para que te acerques a Cristo; pero te has preguntado ¿Por qué lo hacen? Porque te aman y desean que te veas bien, por el espejo de Dios. Y es que Dios ha puesto en nuestras manos un valioso tesoro, el cual podemos guardarlo, enterrarlo o compartirlo. Ese tesoro es Jesús, y aquellos que ya lo hemos recibido, debemos compartirlo con todos los que nos rodean. Recuerda que mas bienaventurado es dar que recibir. Si tú compartes ese tesoro, Dios va a bendecir tu vida. Comparte ese tesoro con tus vecinos, familiares etc., hazlo y fíjate en Jesús: Jesús vio a los cuatro que habían roto el techo y habían interrumpido su mensaje: pero el ver la fe de ellos, dijo al paralítico: tus pecados te son perdonados:
Pero los fariseos, religiosos al ver lo que Jesús dijo, dijeron: "¿Quién es este para perdonar pecados?". Los religiosos conocen muy bien la ley y la escritura, pero no el corazón de Jesús. Y ellos tenían razón; ninguno puede perdonar pecados solamente nuestro Dios. Nadie puede perdonar tus pecados, ni el sacerdote, ni el pastor, nadie solo Dios, pero ellos no sabían que aquel hombre es el Hijo del Dios viviente que tiene poder para perdonar pecados y sanar las enfermedades.
¿Qué pensarían aquellos cuatro amigos que trajeron al paralítico para que Jesús lo sanara, al escuchar que Jesús le está perdonado sus pecados? -- ¡Jesús, lo trajimos a ti para que lo sanaras! no para que lo perdones. ¡Imagínate, tener que llevárnoslo nuevamente…! Jesús conociendo sus corazones les dice: Que es más fácil decir: tus pecados te son perdonados o decir levántate toma tu lecho y vete a tu casa. Pues para que sepan que el hijo del hombre tiene poder para perdonar pecados, a ti te digo: levántate toma tu lecho y vete…
Lo más importante de este pasaje no es la sanidad del paralítico, sino el perdón de los pecados de aquel hombre, ese fue milagro más grande que Jesús realizó allí. Aquellos hombres trajeron al paralítico para que Jesús lo sanara; pero Jesús le perdonó el pecado en primer lugar, porque el pecado era una enorme barrera que impedía que Jesús lo pudiera sanar. El pecado es una gran barrera entre Dios y el hombre, que impide que podamos recibir Sus milagros y Sus promesas. Dios desea sanarte y bendecirte, pero para que eso sea una realidad, primero es necesario quitar la barrera del pecado, y entonces podrás estar listo parta recibir el milagro de Dios.
Una vez que Jesús hubo quitado la barrera de aquel hombre, entonces le dijo: "Hombre, levántate, toma tu lecho y vete a tu casa".
Tal vez te has preguntado: ¿Por qué Dios no me respondes? Quita la barrera, Dios no te ha dado la espalda, son tus pecados, odios, resentimientos, robos injusticias, los que han levantado una muralla entre Dios y tu vida. No te ha dado la espalda, Dios conoce tu dolor, te ama como amó al paralítico, al que le dijo: tus pecados te son perdonados, una vez quitada la barrera, le declaro: "Levántate, toma tu lecho y anda".
La barrera la levantamos nosotros, con nuestras rebeliones y pecados. El quiere sanarte y bendecirte, Te animo a quitar, la barrera que le impide a Dios obrar el milagro que esperas en tu vida.
Hay una gran barrera que impide que tú puedas recibir el milagro, Jesús te dice este día: QUITA LA BARRERA.

¿Quién enseñó a hablar al Hombre?

Muchos misterios hay para el mundo, relacionados con el origen del hombre y sus diferencias con el resto de las criaturas vivientes. Una de las principales es la facultad de expresarse a través de palabras. Hace mucho tiempo atrás, el naturalista alemán, Humbolt, aseveró que si existió una evolución de animal a hombre, tuvo que ser con la adquisición del habla. Pero después de un análisis a fondo, llegó a la conclusión de que para poder hablar, el hombre debió haber sido ya humano, por lo tanto el origen del habla, resultaba inexplicable.
Según la teoría de la evolución de Darwin, el habla humana, deriva de los sonidos que emiten los animales. Pero más adelante, estudios más minuciosos, realizados por expertos en el lenguaje de las sociedades primitivas, han revelado que todas estas lenguas son sumamente sofisticadas, con un vocabulario extenso y una gramática compleja, lo cual demuestra que su aprendizaje, requería de una gran inteligencia. Esto demuestra que no puede ser posible que el lenguaje humano provenga de una escala evolutiva, lo cual significaría que fue pensado por la mentalidad de un primate.
También se creía que el acto de hablar era instintivo, pero quedó demostrado que no era así, puesto que se han encontrado niños en estado salvaje, aislados de cualquier sociedad por alguna circunstancia y sin habla. Así es que el hablar es una facultad aprendida, siendo necesario el contacto social, convivir en un grupo formado por individuos hablantes. Según los evolucionistas, el hombre proviene del simio, el simio es un animal que vive en grupos y sin embargo no emite mas que los sonidos característicos de su especie. Se ha tratado de enseñar a hablar a algunos simios, sin ningún resultado...
¿Dónde está la respuesta al misterio que la ciencia no ha podido descubrir acerca del habla humana?. En el libro del Génesis aparecen las primeras palabras emitidas sobre la tierra. La Biblia es la única fuente en donde se pueden encontrar pautas, que revelan los primeros pasos de la comunicación del ser humano. Las primeras palabras fueron pronunciadas por Dios mismo, en el primer capítulo de Génesis encontramos repetidas veces la frase: "Dijo Dios...". Cuando El estaba creando el universo, hablaba, daba instrucciones, declaraba..."Sea la luz; y fue la luz..." ..."Y llamó Dios a la luz Día..." etc. Respecto a la creación del hombre, dice: "Entonces dijo Dios: hagámos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza....". Las primeras palabras que escuchó el primer hombre en la tierra, fueron las palabras de su propio Creador. Quien enseñó a hablar a Adán fue Dios. Dios le dio la facultad del habla al hombre para que se comunicara con El y con sus semejantes. Le dio la información necesaria para que supiera los nombres del resto de la creación y su función específica (Génesis 1:28 al 30) .
Adán recibió su propio nombre y Dios lo comisionó a que él le pusiera nombres a los animales (Génesis 2:19). Esa fue la primera vez en que el primer hombre sobre la tierra, se expresó a través del lenguaje. Para la ciencia, el origen del habla humana sigue siendo un misterio sin resolver. Según los científicos, el Homo Sapiens, criatura evolucionada, proveniente del simio, se expresaba por medio de gruñidos y gestos, nadie sabe cómo es que llegó a expresarse por medio del lenguaje. Dios nos regaló el don del lenguaje, no solo para distinguirnos de los animales, sino para que hablemos con El, para que le cantemos alabanzas, para que compartamos con los demás de Sus maravillas. Hagamos buen uso de este don tan valioso.

¿Por que fracasan los Matrimonios?

LA SUEGRA
Virginia sirvió la cena a su marido y a su suegra, que como siempre había caído de sorpresa ese día. La suegra probó la sopa y dijo: "A esto le falta sal". Antes de que terminara la sopa, hizo otra observación: "¿Tu mamá no te enseñó que los fideos se fríen antes de hacer la sopa?". Cuando Virginia sirvió el pollo, su suegra comentó: "Se te pasó la mano Virginia, lo hubieras dejado un poco menos en el horno". Al momento del café, la suegra dijo: "¿Por qué le sirves el café tan cargado a mi hijo?. No es bueno para su salud"... La suegra y su marido fueron a tomar el café a la sala, mientras que ella se fue a lavar los platos. No pasaron cinco minutos, cuando la señora asomó la cabeza por la puerta de la cocina, "Virginia, las camisas de mi hijo no están bien planchadas. Cuando vivía conmigo, hasta se las almidonaba y todo, ahora parece un indigente el pobre...
Virginia se estuvo tragando su furia todo el tiempo, pero cuando estuvo sola en su habitación , con su marido, ya no pudo más, siempre era lo mismo con su suegra y él no decía nada. "Estoy harta de que tu madre siempre llegue sin avisar y se entrometa en nuestras vidas. Siempre critíca lo que hago, nunca se le da gusto con nada, tienes que ponerle un hasta aquí. Yo me casé contigo, no con mi suegra. ¡Llevamos solo tres meses de casados y ella aparece aquí casi todos los días!". Su marido se quedó pensativo por unos momentos y no dijo nada. Virginia lo increpó nuevamente y se armó la discusión. No llegaron a ningún acuerdo y las cosas siguieron igual. Hasta que un día, Virginia se armó de valor y le dijo a su marido: ¡"Tu mamá o yo!".



"Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su esposa y los dos serán como una sola persona" (Efesios 5:31)
Cuando una pareja decide unirse en matrimonio, ambos deben estar conscientes de que formarán una familia, en donde habrá una cabeza, que es el marido y su ayuda idónea, que es la mujer. Nadie más deberá intervenir en la manera como llevarán su vida y su hogar. El matrimonio, ante todo necesita comunicación y privacidad. Es una imprudencia que la suegra o el suegro se presenten de improviso constantemente. No quiere decir que nunca vayan a visitarlos, pero siempre debe ser con previo aviso. La suegra nunca debe criticar a la nuera por algo que hizo o no hizo. Si acaso un consejo, una sugerencia, pero en el momento oportuno y en buen tono, pero no con frecuencia. La suegra nunca debe tratar de cambiar las costumbres de la nuera ni cambiar objetos de lugar, ni ponerse a limpiar sin que nadie se lo pida, etc.. Puede que lo haga con buena intención, pero es molesto para la nuera.
El esposo debe dar su lugar a la esposa siempre, aún delante de su madre. Hay hombres que por no contrariar a su madre, la dejan que tome un papel que no le corresponde en su hogar, sin darse cuenta de que están provocando fricción entre su esposa y su madre. El esposo no debe dejar que nadie ni nada, afecte la tranquilidad de su matrimonio. Debe hablar con su madre y hacerle entender que ahora es su esposa la que se encarga de él y la que decide cómo llevar el hogar.
Si tiene roces con la suegra, sin que el marido se dé cuenta, la esposa debe hablar con él y exponerle los hechos, sin ser ofensiva al referirse a su madre. Si no hay respuesta de parte de él, porque no quiere hacer sentir mal a su madre, entonces la esposa deberá buscar un momento especial para hablar con ella.
Nada mejor que poner los puntos sobre las íes desde el principio, pero si esto no se hizo y en el transcurso de los días, semanas y meses, la suegra se mete cada vez más en lo que no le importa y le hace la vida imposible a la nuera, sin que el hijo diga ni haga nada, la nuera debe tomar cartas en el asunto. Nada es más importante que su matrimonio y si hay que hablar, hay que hablar. La cuestión es saber hacerlo. Antes que nada, la nuera debe tratar de comprender el por qué su suegra actúa así. La comprensión suaviza las cosas y si hay comprensión , también debe haber perdón. En este plan debe estar la nuera cuando hable con su suegra. Si se decide a hablar con ella, solo para herirla y desquitarse de lo que le ha hecho, todo empeorará. Si hay comprensión y perdón, la plática podrá ser amable y la suegra también tendrá que comprender a la nuera. Dentro de cada suegra de esas denominadas "ogros", también hay un corazón. Una buena relación con la suegra, no depende solo de ella, se necesita también la buena voluntad de la nuera. Debe intentarlo cuantas veces sea necesario, por su propio bienestar y el de su matrimonio. Requerirá de paciencia, tiempo, y sobretodo amor, de parte de la nuera, pero valdrá la pena.